Kreuzberg's Turkish Market Graffiti, a photo by Armygurumi on Flickr. |
¡Ya estamos en Berlín! Nos hemos instalado en el piso que hemos intercambiado, que nos fascina porqué es enorme, tiene unas ventanales espectaculares y está decorado con muebles vintage de mediados del siglo pasado... pero con WIFI. Good bye, Lenin!
Ayer aterrizamos pasada la medianoche, por lo que hemos amanecido tarde y no ha habido desayuno sino "brunch". Eso les ha encantado a las niñas, su primer brunch después de trasnochar ¡y sin resaca! Como estamos en el barrio de Kreuzberg, hemos ido al café turco La Femme en Kottbusser Damm.
Y empezamos a comprobar que Berlín es una ciudad donde se puede comer muy bien con poco presupuesto.
Con el estomago lleno ya hasta al menos la hora de la merienda, y después de un paseo por el cercano mercado turco de Kreuzberg, nos dirigimos hacia Mitte, el centro de Berlin, en busca de la oficina de turismo y de la Berlin-WelcomeCard que nos permitirá movernos por la ciudad en transporte público sin pensar en el coste del billete, que es de más de 2 euros aquí, y evitar momentos incómodos con los cuadriculados conductores de los autobuses. Intentar comprarles un billete es como intentar comprarselo a un corcho. Además las tarjetas de 72h o 5 días para tres zonas incluyen el transporte de hasta 3 niños de menos de 15 años, sin coste.
En Mitte visitamos la Puerta de Brandemburgo y el Monumento en memoria de las víctimas judías del Holocausto.
Pasearse entre las casi 3.000 losas de hormigon colocadas en hileras es sobrecogedor. Claro que hacerlo con niños dificulta algo entrar de lleno en la atmósfera que intentó crear su autor...
Collage Memorial, a photo by Armygurumi on Flickr. |
Para acabar, nos montamos nuestro bus turístico tomando la línea 100 (¡dos pisos!) y nos adentramos en el que fué Berlín oriental antes de la caida del muro por la avenida Unter der Linden, un bulevard que discurre bajo los tilos y entre edificios monumentales como el de la Ópera estatal, la catedral o Berliner Dom y el Neue Wache, entre muchos otros. Además también llama la atención el pavellon temporal Humboldt Box.
Al final del trayecto llegamos a la mítica Alexanderplatz, convertida después de la reunificación en una especie de centro comercial de periferia, donde se puede hasta tomar el sol en hamacas, ¿un merecido homenaje a Benidorm?
Alexanderplaya a photo by Armygurumi on Flickr. |
Que gusto leer tu post y ver las fotitos!!! Soy una enamora de Berlin, yá estuve como cuatro veces. me gusta todo... y es verdad se puede comer super barato. Y ese parque increíble!!!! por cierto tienes un zoo en el parque.
ResponderEliminarUn besazo tómate una bierra y una salchica con salsa curry por mí!!!